Dormir mal una noche es algo que puede pasarle a cualquiera, pero cuando se sostiene en el tiempo puede traer complicaciones para la salud. ¿Cuáles son las señales que encienden la alerta para una consulta?

Conversamos con el Prof. Dr. Sergio Blencio (MP 16079 ME 11772 – Neurólogo) que nos cuenta sobre los trastornos del sueño y cómo afectan la calidad de vida.

—¿Cuáles son los síntomas que nos hacen pensar que estamos frente a un trastorno del sueño?

Entre los síntomas más importantes se destacan: la sensación de somnolencia diurna (ocasionando incluso que la persona se duerma en cualquier lugar), la imposibilidad de conciliar el sueño, pausas prolongadas de respiración durante el descanso donde luego hay un despertar ansioso o brusco con respiración irregular, movimientos involuntarios de piernas en las primeras instancias del sueño.

Dentro de las causas, podemos mencionar diversidad de motivos que van desde los estados ansiosos-depresivos hasta los síndromes dolorosos, pasando por problemas de micción o nicturia, patologías respiratorias, obesidad que puede traducirse en apneas obstructivas, enfermedades como el hipotiroidismo, el abuso de hipnóticos, los síndromes parkinsonianos y el exceso de drogas o alcohol.

—¿Cuáles son los trastornos del sueño más comunes?

Si bien existe una clasificación, las formas de trastorno de sueño más comunes dadas por la cantidad de consultas son:

• Insomnio: dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido con despertares múltiples.
• Apnea del sueño: donde hay respiración anormal durante el sueño con bruscos despertares.
• Síndrome de piernas inquietas: que genera un impulso de mover las piernas cuando se está tratando de conciliar el sueño.
• Narcolepsia: somnolencia extrema durante el día donde la persona puede quedarse dormida de forma repentina.
• Parálisis del sueño: donde existe la sensación de estar despierto pero el paciente está completamente inmóvil.
• Sonambulismo: donde se realizan tareas simples o automáticas como caminar mientras se duerme.
• Bruxismo: que implica la fricción de dientes al estar dormido, generándose un ruido (rechinar los dientes).

—¿Qué podemos hacer para prevenir?

Es necesario manejar los factores de riesgos habituales: obesidad, cuadros de ansiedad y depresión, la actividad física, los dolores y problemas miccionales o respiratorios.

Como cuidados específicos, es importante no hacer siestas prolongadas (hasta 45 minutos es suficiente), tener un horario fijo para dormir y despertarse, evitar el consumo de alcohol, cigarrillo y cafeína un par de horas antes de dormirse, regular la alimentación nocturna (sin picantes, azúcar, excesos), no realizar actividad física antes de acostarse, usar ropa cómoda para dormir y que la habitación sea confortable en luz y temperatura. Por otro lado, la cama debe ser asociada al descanso y no a trabajar o a ver televisión.

Cuando hay problemas del sueño, recordemos la importancia de consultar con un especialista, quien nos derivará a hacer un estudio clave llamado polisomnografía. De esta manera, se irá explorando el problema del paciente de acuerdo con sus síntomas.

Un buen descanso es uno de los pilares esenciales que la Organización Mundial de la Salud destaca para mantener una buena calidad de vida. Recordemos que dormir bien es siempre una inversión para nuestro cuerpo y nuestra mente.