Estrés infantil

Imagen Post Estres Infantil 2022

Con el inicio del año lectivo los niños retoman actividades con objetivos concretos y se integran a diversos grupos sociales. Esto es un desafío mucho más importante luego de la pandemia que incluye además cuidados como el barbijo o el distanciamiento. Este regreso es una oportunidad para preguntarnos sobre la salud mental de nuestros hijos y cuidar sus emociones.

En esta nota, compartimos una conversación con la Dra. Maria Cecilia Guevara (MP 35247 – Psiquiatra ME 17947):

—¿Cuáles son las señales de estrés infantil ¿Cómo reconocerlas en nuestros hijos?

Solemos considerar el universo infantil como un lugar feliz y esto no es así, los niños pueden estar sometidos a situaciones de presiones y pueden vivir momentos difíciles. Ser conscientes de esto, nos pude ayudar a detectar señales de estrés en la infancia.

Los motivos pueden ser diversos: situaciones familiares, sobrecarga de actividades, demandas escolares o extraescolares, presiones o cambios de rutinas o alguna escena traumática como divorcios, mudanzas, pérdidas, etc.

Los síntomas varían de acuerdo al niño, pero podemos mencionar algunos indicadores generales: dificultades para dormir, alteraciones o cambios en el apetito (comen diferente a lo habitual), somatizaciones en el cuerpo que no corresponden a alguna enfermedad, bajan el rendimiento escolar, refieren estar muy cansados o desmotivados, dificultad para relacionarse con otras personas, cambios en sus conductas como malas contestaciones, morderse las uñas, enroscarse el pelo, no prestar atención, regresiones (ejemplo: perder control de esfínteres), entre otras.

Frente a estos u otros signos de alerta, lo mejor es pedir ayuda. Siempre que notemos comportamientos que nos llaman la atención por no ser comunes en nuestros hijos, es importante hablar con ellos y hacer una consulta.

—¿Qué debemos hacer frente a estas señales?

En caso de detectar algunos de estos síntomas en nuestros hijos debemos tener en cuenta una serie de pautas que pueden mejorar el escenario de tensión, alejando los factores de estrés:

  1. Una buena comunicación: el niño tiene capacidad para comunicar emociones, sensaciones y pensamientos complejos. Por ello, es importante hablar con nuestros hijos, preguntarles qué les pasa y darles tranquilidad para que se expresen, demostrando una actitud cercana. El niño debe sentir que estamos cerca.
  2. Cuidar el contexto: implica atender al ambiente familiar, a la buena alimentación y nutrición, a un correcto descanso, a las rutinas, a compartir tiempo y estar disponibles para los niños.
  3. Buscar soluciones juntos: una vez que podemos tener pistas sobre lo que les pasa, pensar en acciones para mejorarlo.
  4. Acompañar al niño en lo que ven y escuchan: esto se refiere a estar cerca de los niños cuando acceden a la tecnología o hablar sobre los espacios en los que están, para que puedan procesar saludablemente la información que reciben de medios de comunicación o grupos sociales. Estar pendientes a los contenidos audiovisuales.
  5. Dotar al niño de recursos: administrar herramientas y confianza suficiente para que el niño pueda aumentar su capacidad crítica y su creatividad para resolver conflictos y potenciar sus talentos. Los niños que pueden adaptarse a cambios tienen mejor capacidad de expresar e innovar.

—¿Qué podemos hacer para prevenir el estrés en nuestros hijos y cuidar su salud mental?

En cuanto a medidas preventivas frente a la posibilidad del estrés infantil, podemos mencionar:

  1. Comunicación clara y fluida.
  2. El cariño y el afecto, hacerles saber que son amados sin condiciones.
  3. El límite claro y la disciplina como una forma de amor.
  4. Enseñarles a que se relajen (que aprendan a respirar, visualizarse relajados, relajar músculos).

La salud mental es esencial en el desarrollo del niño, atender a sus estados emocionales contribuye que puedan formarse hacia una adultez con mayor calidad de vida. ¡Cuidemos cada detalle porque ellos son el futuro!

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